El camino estaba trazado y ahora había que transitarlo. Para que el Municipio de Guayaquil sea “un ejemplo de organización, eficiencia y honorabilidad”, la participación de todos los habitantes de la ciudad es fundamental; por eso son convocados a fundar el nuevo Guayaquil, entendiendo que es la hora de juntarse, y de la mano, con amor y con respeto, ir al rescate de la urbe.
“Iniciamos una nueva era. Guayaquil despierta a una nueva historia, una nueva historia en la que vamos a hacer del servicio público un ejemplo de honestidad y de trabajo, una historia en la que vamos a sentir el orgullo de representar a la ciudad, una historia en la que vamos a sentir el orgullo de ser guayaquileños, el orgullo de vivir en Guayaquil”