El sistema instrumentado para “amparar” y “proteger” a todos quienes -aupados y respaldados por las máximas autoridades- ingresaban a laborar en el municipio, fue el de la sindicalización, aserto que se confirma, inequívocamente, con el funcionamiento pleno de 24 sindicatos, que tenían vida autónoma pero también pertenecían al Sindicato General de Obreros.
Estos fueron los sindicatos: de Obreros de Saneamiento, de Aseo de Calles y Anexos, de Obreros de Aseo de Calles, de Obreros del Departamento de Calles, de Controles y Subcontroles de Aseo de Calles, de Obreros Municipales y Suburbio, de Choferes Profesionales del Departamento de Aseo de Calles, de Trabajadores Municipales, de Obreros Municipales, de Obreros de la Caja de Rastro Municipal, General de Mujeres Trabajadoras, de Obreros de las Obras Públicas Municipales, de Obreros del Departamento de Parroquias y Anexos, de Obreros de la Imprenta y Anexos, de Operadores y Mecánicos de Máquinas Pesadas, de Obreros de Canteras y Anexos, de Obreros Guardianes, de Obreros Jardineros y Anexos, de Trabajadores Municipales y Particulares de Parques y Alamedas, de Obreros de Parques y de Obreros Citadores e Inspectores.