Profesión
Tras graduarse con honores y habiendo destacado como deportista en el Stevens Institute of Technology, única universidad que en esos años otorgaba el título de ingeniería mecánica, regresó a Guayaquil para iniciar su carrera profesional prestando sus servicios en las empresas e industrias más importantes, a las que con sus conocimientos y orientación impulsó hasta hacerlas lograr un gran crecimiento.
La experiencia obtenida durante su desarrollo laboral le dio la confianza suficiente para establecer su propia empresa Compañía Santos y Febres Cordero en la que ofrecía servicios eléctricos.
En 1960 fue profesor de ingeniería de la Universidad de Guayaquil, y comenzó a tener compromisos más relevantes al ser elegido Presidente de la Asociación de Industriales Latinoamericanos, así como en la década siguiente al tomar cargo como Presidente de la Cámara de Industriales de Ecuador.
Desde esa época y gracias a sus notables éxitos en el campo empresarial se empezó a proyectar como gran figura pública, lo que permitió que en 1966 fuera elegido Diputado Funcional por la Industria de la Costa a la Asamblea Constituyente, y dos años más tarde Senador por la Industria de la Costa al Congreso Nacional.
Desempeñó cargos como ejecutivo en importantes empresas del país, Cervecería Nacional, Empresa Eléctrica de Guayaquil, Industrial Molinera, Sociedad Anónima San Luis, Sociedad Anónima San Alfonso, Cartonería Ecuatoriana, Papelería Nacional y Textil Interamericana de Tejidos. En la actividad gremial incursionó al frente de la Cámara de Industrias de Guayaquil, de la que logró ser tres veces presidente entre los años 1974 y 1980, y de la Federación Nacional de Cámaras de Industrias.